12 de octubre de 2011

Contando los pocos segundos que quedan ya. Volveremos, pero parece algo casi inalcanzable, algo que ahora se siente ajeno. Nos iremos y volveremos, sin olvidar quienes fuimos, pero pasará el tiempo, no mucho, aunque parezcan siglos.
Y mis labios seguirán susurrando a la noche todos los versos que quiero regalarte, mas se que nadie escucha. No importa, en el fondo, siempre queda ese eco infinito que son nuestros sentimientos, ese eco que nunca cesa y que alguien, en algún momento, escuchará y verá que, en realidad, todo mereció la pena. Y mis versos volarán, regalaré palabras bellas al viento, para que vuelen a aquel lugar donde se las necesite y alivien las almas de los corazones cansados.
Por los recodos de mi mente aún viajan tus palabras, por mucho tiempo, ¿Sabes?, por mucho tiempo. Nadie podrá callar la voz de los corazones que tengan algo que decir, quizá sólo un "buenas noches" o un "te echo de menos". Pero si quedan tan solo muestras de cariño, si queda tan solo un resquicio de nuestro ser. Nadie, nadie nos podrá callar.
Las calles gritan, barbaries, a la noche, gritos oscuros, resplandecientes de dolor; brillan estrellas mostrando su camino, camino a donde esté la paz, donde estemos tú y yo. Nuestro libro, que escribimos con paciencia, cuidando cada letra, cada sílaba, cada voz. Cada vez que recuerdo tu pelo, veo una línea de las mil, millones, infinitas que podrían formar nuestra vida. ¿Quién va a parar al poder de todo mi ejército de Luna llena?. ¿Quién va a enfrentarse a los besos que aún guardo?. ¿Quién va a venir a decirme que la vida me miente cuando dice la verdad?.
Nadie te va a parar, no podrá. Cuando te lleve al Sol y te regale el Universo, tu calor merece escenario tan inmenso. ¿Y en que pienso?, si sólo pienso en existir. Y te llevo, las estrellas sonríen cuando nos ven venir. Y nos arropan, con la manta de colores de savia, cierran nuestros párpados y dejan nuestros cuerpos meciéndose en los oscuros y plácidos terrenos de Babia. Duerme, corazón, por descansar y por colores. Cantaré canciones, para que cuando abras los ojos seas feliz sin condiciones. Todo parece diferente, y si nos mienten, no nos importará, pues tenemos la miel del presente.

[...]

Quise escribir la historia más bella, pero sólo pensé en ti.

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