19 de mayo de 2011

Camina frente a la muerte, respirando al crepúsculo de los sueños amargados de otros que ayer cayeron, no serás tú quien hoy no levante el vuelo ante la multitud. Ellos, ellos observarán de reojo las hazañas que tu camino dibuje tras el barro que marca las aceras. Tú surcarás los vientos prodigiosos en busca de una lágrima que traer para que humedezca las secas mentes de la humanidad. Tú, tú serás mi guía en este camino sin ruta y sin distancia. Este camino a la quietud de estar en movimiento. De vivir parado. De sentir que mi corazón pide que viva.

[...]

Suben luces de vientos de un ayer resplandeciente, esperando la llegada de un hoy que ahora llega para contarnos lo que nuestros oidos siempre desearon sentir
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